Cuando pueda
seré adicta a matar.
Mataré masivamente.
Un genocidio sin distinción.
Mataré cual vampiro hambriento.
Mataré con una sonrisa en la boca.
Y ya sé a quienes mataré.
A los primeros los tengo bien visualizados.
Y seré su sombra.
Y los atormentaré.
Y tendrán miedo.
Les pondré el arma en la boca.
Pero sacaré la espada.
Y cortaré sus dedos.
De uno por uno.
Sus brazos.
Los dejaré desangrándose.
Llorando por haberlos engañado.
Por que no habrá algo mejor
que oirlos gritar de terror
al imaginar el arma disparar
y perder su cuerpo a pedazos.
miércoles, 16 de febrero de 2011
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Me fascina como describis el placer de matar, quede impresionada ^^
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