Todo termina en el pasado: las vestimentas, los accesorios, las personas, los buenos tiempos. ¿Qué tenemos qué hacer para seguir en ellos? Probablemente dejar de mirarlos, de esperar que duren. Hay otros momentos en la vida para tener nuevas cosas buenas.
Hay que olvidar los malos ratos, las vergüenzas, las penas, las derrotas. Hay dejar ir a las personas que nos hayan echo mal, a los que hablan a nuestras espaldas, a los que nos han traicionado...
Aunque pensándolo bien... a todos ellos los sigo viendo. Y muchos me siguen clavando una espada de frente. A todos ellos no los he olvidado, ni podré hacerlo.
Pensándolo bien, la venganza no es algo que pase de moda.
viernes, 22 de mayo de 2015
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La sangre llama a la sangre...