poco a poco.
De pronto me vi recostada por ti.
<¿Miedo?>
Después me hiciste perder la razón.
Sólo me dediqué a sentir.
Tus manos acariciando mi cuerpo:
mis pechos, mi abdomen, mis piernas...
llegando a ese espacio entre ellas
sin dejar de besarme,
sin alejar tus labios de los mios.
Lentamente comenzaste a desabrochar mi pantalón,
a introducir tu mano dentro,
a hacerme sentir más con cada roce.
<¿Qué se siente?>
Primero el cuerpo pierde la respiración,
cansa, te pide más.
Luego, después de recibir más y más
un rayo de energía atravesando el cuerpo
perdiendose en algún momento
llegando a tu mente, registrando el placer.
Hasta que no puedes más.
Hasta que el cuerpo se contrae por tanta exitación.
La petit morte
Pero aun así se quiere más
Tu cuerpo sobre el mio.
Queriendo lo mismo.
Besando mis labios,
mi cuello, mis pechos,
mordiéndolos.
Tu mano aun brindándome placer
cada vez más fuerte,
más rápido.
Mis piernas sin poderse mover,
queriéndo acercarte más a mí.
Inmóviles debajo de tí.
Y lo único que pude hacer
fue arañarte tan fuerte como me permitían
las pocas fuerzas que me quedaban.
Pero se pide más y más...
<¿6 veces dices?>
A las seis terminó esto.
A las seis quedaría gravado para siempre en nosotros
Y ahora busco esos besos en mi memoria
busco ese placer entre mis recuerdos
porque sé que hoy estas lejos
y porque las ansias me carcomen de nuevo,
por hacerlo de nuevo.
Porque queremos hacerlo de nuevo.
Pues vaya.
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