De lo lento, lo suave
a lo acelerado.
Lo desesperado.
¿Cómo llegamos a este punto?
no lo sé
Honestamente no importa.
Mi respiración entrecortada,
buscando algún descanso
que no le darás.
Mis manos deseando tu piel,
mis labios ansiando los tuyos...
¿ahora qué?
domingo, 7 de noviembre de 2010
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La sangre llama a la sangre...