Dos ideas me invaden:
escapar
y matar.

Escapar es fácil,
sólo tengo que dar unos cuantos pasos
y estaré perdida.
Pan comido.

Matar es un poco más dificil.
Habrá que escojer victima,
escojer arma,
escojer que hacer con el cuerpo,
huir de cualquiera que lo descubra
o matarlo también.

Aunque, al matar podré ver
su sangre correr...
Podré sentir cómo su último suspiro se pierde
mientrás juego con su sangre.

Escapar no tiene gran locura,
sólo sentiré el aire, la lluvia,
oiré los sonidos con una tranquilidad
infinita, con una paciencia imperturbable.

Bien podría hacer ambas.
Primero matar, después escapar
así hasta el final de mis días.
Viviendo falsamente
entre música, sangre y el viento