Placer...
Placer que me provocas.
Placer que te provoco.
Aquel que recorre envenenando tu ser,
picándo al alma,
impregnandola de pecado.
Si acaso
una simulación,
una prueba de esto.
Del deleite que te puedo hacer sentir,
se multiplican las ansias,
los deseos... tus deseos.
Mis ganas de verte estremecer
mis deseos de comerte,
de morderte, de lamerte...
Y talves de más.
miércoles, 13 de abril de 2011
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La sangre llama a la sangre...