La noche tiene un olor.
Huele a frío, a invierno.
Huele a invierno.
Molesta ese olor.
Se mezcla con los sentidos
te deja a merced de los sentimientos.
Existe la sensación de otra esencia.
Una más pura, pero en menor concentración.
El aroma de la esperanza.
Aquel que se mete en tu cabeza
y recorre cada pensamiento
invadiéndote y convenciéndote.
Ve y huele la noche.
Deja que su perfume te seduzca.
Déjate convencer por ello.
jueves, 14 de octubre de 2010
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