Ya hazlo, dáselo.
No importa;
lo sabrá ¿no es cierto?
Ya lo sabe.
Sólo no ha visto lo peor de tí.
Y eso es lo que le asusta.
No sabes como no ceder.
Te da mucho miedo hacerlo.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
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La sangre llama a la sangre...