Si dentro de mi corazón hay hastío,
Si la llama de la poesía
Y el fuego del amor se hace frío,
Lacera mi carne sin cortesía.
Rápido, sin pausa ni demora;
No dejes el campo de mi vida sobre el huerto
Con la ceniza de los sentimientos muertos,
Deja que mi canto fluya con ternura.
sábado, 17 de abril de 2010
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La sangre llama a la sangre...