Madrugada de nuevo.
No quiero dormir.
No quiero sin haber estado contigo.
Quiero dormirte con mis caricias,
impregnar mi piel con tu aroma,
oír los latidos de tu corazón.
Dejarnos llevar por la lujuria,
por el amor,
por lo que desees
pero yo junto a ti.
Me golpea el cansancio
pero no duele tanto
como tu ausencia.
Te deseo y no puedo besarte.
Te necesito y no puedo abrazarte.
Te amo y no puedo decírtelo.
viernes, 2 de abril de 2010
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue escrito tan apasionado.. tal vez es parte de la vida sentir esa sensacion... de dormir abrazando la soledad..
ResponderEliminarUn beso