Es increíble como de un tema pasamos a otro,
a un beso, a una caricia... a más...
Poco a poco voy cayendo en tus redes
cada vez más.
Atribuimos los hechos a la lujuria...
Dulce lujuria.
Que vienes por mi en forma de hombre.
Cada vez con más ganas.
Más ganas de ser tuya.
Más ganas de hacerte más.
Muy apenas puedo respirar.
"Hazme tuya" era lo que mi mente decía.
Quiero sentirte dentro de mi.
Quiero gritar de placer... gritar tu nombre... pedirte que no pares.
Sentir tus manos explorando entre mi ropa,
posándose cada vez más abajo.
Mientras tus manos recorrían mi piel,
tu lengua y tus labios dejaron un rastro en mi rostro.
Mis gemidos se hicieron audibles.
Mi mente decía que no podía más,
pero no quise creerle.
Te pedí más y obedientemente me diste más.
Te puse a prueba.
Quería ver si era capaz de jugar contigo
así como tu lo hiciste.
Introduciendo mi mano en tu pantalón,
moviendola poco a poco,
hasta que tus manos dejaron de luchar,
y tu voz apenas audible.
Hasta llegar al clímax.
Y seguir jugando con nuestros cuerpos...
¿Será posible... hacer más... pronto?
viernes, 10 de junio de 2011
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La sangre llama a la sangre...