Y la muerte nos acecha de nuevo.
Su molesto frío, su extrema quietud,
el momento cuando toma tu alma...
¿Qué se sentirá tomar su mano?
Interesante el delirio de la muerte.
Llega cuando quiere,
se queda cuanto le plazca,
hace sufrir a su gusto.
Delicada se retira con su presa...
pero ¡ay de aquellos que la ven llegar!
Pavoneándose con orgullo,
adornada con dolor,
maquillada con sufrimiento.
¿Cuándo llegarás?
¿Cuánto tardarás?
¿Cuándo volverás?
Aunque te evite, ahí estas...
Te espero,
sin muchas ansias debo decir,
Pero... ¡cómo seduces!
Ven cuando te plazca
miércoles, 31 de marzo de 2010
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La sangre llama a la sangre...